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LXC (Linux Containers) es una tecnología de virtualización en el nivel de sistema operativo (SO) para Linux. LXC permite que un servidor físico ejecute múltiples instancias de sistemas operativos aislados, conocidos como Servidores Privados Virtuales (SPV o VPS en inglés) o Entornos Virtuales (EV). LXC no provee de una máquina virtual, más bien provee un entorno virtual que tiene su propio espacio de procesos y redes.”
Como definición introductoria está muy bien, pero como muchas de las definiciones que podemos encontrar la Wikipedia precisarían ampliarse si queremos profundizar un poco.
Como LXC provee de un entorno virtual no necesitamos emular hardware, esto es muy importante porque no vamos a tener una penalización por emulación de hardware, es decir, nuestro sistema va a ser muy rápido, por ejemplo no tendremos penalización en escritura en disco.
Por desgracia también tenemos desventajas. Como LXC provee de un entorno virtual el kernel es fijo, no podemos ni modificarlo ni tocarlo de ninguna manera, principalmente porque el kernel está corriendo en el sistema anfitrión.
Otra de las desventajas es que sólo y exclusivamente podemos instalar máquinas Linux, esto no funciona con otros sistemas operativos como Windows, BSD o Solaris.
KVM sin embargo virutaliza todo, hasta el hardware, realiza una virtualización a nivel de Kernel.
Al instalar una máquina virtual sobre KVM el resultado será el mismo que si se hubiera instalado en un hardware físico, y no tendremos las limitaciones que tenemos en una virtualización más ligera como es la de LXC.
El hipervisor KVM será el encargado de proporcionar a las máquinas virtuales las extensiones KVM del kernel, de emular el hardware de la máquina y de asignar los recursos para cada máquina virtual. Esto es memoria, CPU, disco, IOPs, en fin, todo lo que se os pueda ocurrir.
Obviamente en KVM no tenemos ninguna atadura con el sistema operativo anfitrión, con lo que sería posible instalar máquinas virtuales Windows o BSD sin problemas
Un VPS consiste en un servidor físico divido en varios servidores virtuales que funcionan de manera independiente compartiendo el mismo Hardware. Cada VPS cuenta con un sistema operativo propio e independiente y puede ser reiniciado sin afectar a los demás. Como el hardware es compartido, el coste de un servidor virtual es significativamente inferior al de un servidor dedicado.
La principal diferencia es que un servidor dedicado es un servidor físico, disponible solo para ti. Sin embargo, un servidor VPS es una maquina virtual independiente instalada sobre un servidor. Una ventaja de los VPS sobre los servidores dedicados es su escalabilidad, ya que sus recursos pueden ampliarse o reducirse con la misma flexibilidad y facilidad que en un alojamiento web compartido. En cambio, el mismo proceso en un servidor dedicado requiere una intervención manual, lo que aumenta significativamente su coste.
Todos nuestros modelos de servidores VPS cuentan con una dirección IP propia y trafico ilimitado, con lo cual las principales diferencias están en el espacio en disco y la memoria RAM. A la hora de elegir un modelo de VPS lo correcto es basarse en las necesidades de tu proyecto con el fin disponer de los recursos necesarios. Recuerda que una de las ventajas de los servidores VPS es un gran escalabilidad, podrás aumentar o reducir los recursos de tu VPS siempre que sea necesario. Si tienes alguna duda, ponte en contacto con nosotros y nuestro equipo de técnicos cualificados estará encantado de poder ayudarte.
Tras realizar el pago, en un período entre 12 y 48 horas te enviaremos un correo con los datos de acceso que necesitas para empezar a trabajar con tu servidor VPS.
El servidor VPS viene con una IP dedicada de forma gratuita.
Hay un par de cosas que hacen que un servidor VPS sea la mejor opción para proyectos específicos. En resumen: si se necesita una gran cantidad de recursos y una estabilidad de nivel superior, un servidor VPS es la mejor opción, pero la respuesta completa es un poco más larga.
En primer lugar, un servidor VPS te da recursos dedicados. Eso significa que no necesitas compartir la potencia de tu CPU, RAM o espacio en disco. Tienes una cantidad asignada que controlas a voluntad, por completo.
La naturaleza del servidor virtual privado garantiza la estabilidad. Dado que todos los recursos se administran y asignan cuidadosamente a los usuarios, puedes estar tranquilo sabiendo que los períodos de alto uso no afectarán la estabilidad de tu servidor.
Por último, podría decirse que la ventaja más importante del VPS hosting es la que más cuesta. Recibes acceso a la raíz y un control incomparable de los recursos otorgados. Eso significa que puedes instalar una amplia gama de sistemas operativos, trabajar en proyectos con muchos recursos y hacer mucho más que con el hosting compartido. Pero lamentablemente el equipo de atención al cliente solo te ayudará con las preguntas relacionadas con la administración de servidor VPS y otras consultas relacionadas con el back-end.
¡Por supuesto! Eso es lo maravilloso de un servidor VPS. ¡Te da un control sin igual sobre tu proyecto! puedes elegir entre docenas de diferentes sistemas operativos basados en Linux para satisfacer tus necesidades.